Indudablemente la leche materna es el mejor alimento para un bebé, amamantar
a nuestros hijos tiene ventajas nutricionales, inmunológicas para ellos y
afectivas para ambos:
Un niño que es amamantado al menos 6 meses
- Aprende a respirar
correctamente, y a posicionar la lengua de forma adecuada al tragar, ambos son muy importante para que
se produzca un desarrollo correcto de la boca
- Realiza una “gimnasia”
excelente para los músculos de la cara y de la masticación
- Está más protegido frente a las infecciones respiratorias
y de oídos, evitando así la probabilidad de sufrir caries por el contacto
excesivo de jarabes que son muy azucarados
- Tendrá muy probablemente la necesidad de succión satisfecha
mediante la lactancia materna y no buscará satisfacer esta necesidad mediante un uso
excesivo del chupete o el dedo que son causa de maloclusiones (mordidas incorrectas).
Asimismo es muy importante comenzar a cepillar los dientes
desde que el primero aparece en a boca, dos veces al día y llevarlo al
odontopediatra cuando cumpla su primer año para que asesore a los padres sobre buenos hábitos de higiene y dieta que es tan importante introducir desde las primeras etapas de la vida.